- 494 hectáreas de piña en
Palmar Sur próximo al principal sitio arqueológico de las esferas
- SETENA le da permiso en
menos de un mes sin ir a campo
- Continúa la expansión del
monocultivo para suplir nuevos mercados
La expansión piñera señalada como
incontrolada por ecologistas, académicos y comunidades afectadas llegó a un
nuevo cantón: Osa. Ahora, la entrada turística al Humedal Nacional Térraba
Sierpe (HNTS) será en medio de piñales y los sitios arqueológicos que se
encuentra en medio de la finca a sembrar y a menos de 2 kilómetros del sitio
principal conocido como Museo de las Esferas recibirá su dosis de agroquímicos
e impactos socioambientales asociados a la producción de este monocultivo.
En menos de un mes y sin hacer
verificación en campo la SETENA aprobó en tiempo récord la viabilidad ambiental
en diciembre del 2016 para la siembra de Corporación de Desarrollo Agrícola Del
Monte, S.A (ver
resolución Nº 2331-2016-SETENA).
Según la resolución el proyecto
pretende hacer cambio de cultivo en un área total de 600.2 hectáreas, la cual
en su mayoría corresponde con agroforestal (plantación de melina en 84.2% del
total), bosque (11,8% del total) y humedales (3.9% del total). Por la cercanía
del Humedal (HNTS) de importancia mundial el áreas del proyecto piñero cuenta
con tres áreas de humedal con un total de 23.4 hectáreas sobre lo cual la
SETENA deja en manos de la empresa el cumplimiento de la recomendación que: “se
incluya estas áreas de humedal dentro del diseño de siembra de la piña a
efectos de proteger dichos ecosistemas.”
El permiso ambiental otorgado por
SETENA recomienda que “se requiere realizar evaluación arqueológica y
amojonamiento sector arquitectónico en el sitio Palmar Sur-3, en el sector de
10 ha. y evaluación sector arquitectónico en el sitio Palmar Sur-6 en un sector
de 15 ha. Además, se requiere realizar evaluación arqueológica en los
sitios La Morada-1, La Morada-2 y Casa Cabúa, El Pantanoso,Túmulo, La Estancia
y la Loma. Pese a ser evidente el importante patrimonio arqueológico que se
podría ver afectado deja en manos de la empresa la decisión “que un
profesional en la disciplina arqueológica sea contratado a fin de supervisar
los movimientos de tierra” y SETENA asegura que pese a que se han hecho
algunos hallazgos arqueológicos “éstos se resguardarán preventivamente para
no afectarlos.” A pesar de la evidente necesidad, SETENA otorga la
viabilidad ambiental, sin más estudios arqueológicos, desprotegiendo el
patrimonio cultural de todas y todos los costarricenses.
Las recomendaciones de SETENA son
insuficientes ya que en lo referente a aspectos sociales en ningún lado parece
registrarse los conflictos de tierra en parte de las fincas vecinas como
Changuina y Térraba; por esta razón las organizaciones ecologistas de dieron a
la tarea de informar a las organizaciones campesinas del Sur al respecto.
Tanto Frente Nacional de Sectores
Afectados por la Expansión Piñera como FECON están revisando la documentación
del proyecto y coordinado con actores sociales para activar la organización
social en la zona y a nivel nacional e internacional para continuar las
denuncias y la solicitar una moratoria nacional al cultivo, tal y como lo
prometió el ahora presidente, en su campaña de cara a la segunda ronda
electoral.
Recientemente, difundimos los
resultados del Informe “Monitoreo de cambio de uso en paisajes productivos”
(Mocupp), encontró que del año 2000 al 2015 se perdieron 5.568,98 hectáreas
(Ha) de bosque por la expansión piñera ( FECON,
8-3-17). Según el estudio, el área cultivada de piña alcanza 58.000 Ha,
cifra que quintuplica las 11.000 Ha que había registradas en el 2000 y bastante
alejada de las 37.000 Ha que indicó el censo agropecuario en 2014. Este desfase
de 20 mil hectáreas evidencia la falta de control y de planificación estatal
sobre este cultivo. El estudio fue realizado en colaboración con diversas
entidades gubernamentales y agencias de ONU, coordinado por el Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
De manera preocupante estamos
siendo testigos de una nueva expansión del monocultivo de la piña. Este sin
duda uno de los más nocivos e insostenibles de la Historia. Vemos como las
empresas piñeras poco les importa la salud, la alimentación, el trabajo, el
agua potable y las condiciones de las comunidades aledañas a las plantaciones y
ahora, el patrimonio cultural. En este nuevo permiso otorgado por SETENA de
forma irresponsable vemos que ni siquiera el legado cultural es barrera para
seguir sembrando piña. Por esta razón es importante plantearse a nivel nacional
una moratoria nacional a la expansión incontrolada y sin planificación del
monocultivo.
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